Skip to content Skip to footer

La imagen de María Salomé corresponde a una documentada del escultor Juan de Astorga, como así se refleja en el contrato de la hechura de María Santísima del Buen Fin. Su rostro es de papelón, al igual que el de la imagen titular. Fue restaurada en 1896 con Manuel Gutierrez Reyes-Cano y en el 1957 por el Profesor Escamilla. En el año 1995 fue intervenida por Luis Alberto García Jeute.

Aparece en el paso de misterio, de rodillas ante la cruz sosteniendo en sus brazos el cuerpo desmayado de María Magdalena.