Ayer se presentó la nueva saya para María Santísima del Buen Fin. Esta hermosa pieza ha sido donada por un grupo de hermanos para engrandecer el ajuar de nuestra bendita Madre. La saya fue adquirida en un anticuario, lo que hizo necesario un proceso de limpieza y restauración, llevado a cabo por el bordador Joaquín Salcedo. La pieza original consistía en un paño antiguo bordado con hilos de oro sobre terciopelo de seda natural en color burdeos.



El proceso de restauración se desarrolló de la siguiente manera:
Primero, tomamos las medidas de la Virgen para entretelar el terciopelo, siendo esta la parte más delicada de la intervención, ya que el terciopelo, al ser una maravillosa seda, se encontraba muy debilitado por el paso del tiempo. Fue necesario reforzarlo para soportar el proceso de manipulación, intervención y confección.
Posteriormente, procedimos a limpiar tanto la parte textil como los bordados, eliminando la suciedad acumulada con el paso de los años. Para ello, realizamos inicialmente una microaspiración, seguida de una limpieza química con hisopos, utilizando una combinación de productos. Este proceso devolvió el brillo original al bordado, oculto por el polvo y el envejecimiento. Además, se aplicó una limpieza de vapor por ultrasonidos para hidratar las fibras.
Se preparó un bastidor donde colocamos el paño bordado y comenzamos a reparar los distintos desperfectos, tanto del textil como de los bordados que se habían desprendido. También restauramos algunos complementos y realizamos bordados nuevos con hilos antiguos, para cubrir partes que habían quedado lisas. Esto permitió equilibrar la obra y enriquecerla, dándole la forma característica de las sayas de las Vírgenes.
El mismo proceso de bordado se realizó con las mangas y los puños, tras buscar un terciopelo lo más parecido posible en tonalidad y montarlo en el bastidor.
Se adquirieron unos encajes de almejillas antiguos, hechos a mano, que se acoplaron tanto en el bajo de la saya como en los remates de las mangas.

Durante el acto de presentación, nuestro hermano Raúl Blanco hizo entrega de dos medallas al mérito, que le fueron otorgadas por su importante labor al frente de su unidad en la Guardia Civil, y que ofreció a María Santísima del Buen Fin.